La frenética carrera hacia la contienda electoral más grande de nuestra historia está provocando enconos y distanciamiento en todos los frentes políticos.
Marcelo Ebrard acusa de manera directa a Claudia Sheinbaum de encabezar un oscuro andamiaje que involucra a la propia Secretaría de Bienestar, señalada de trabajar en favor de la campaña de la ex jefa de la Ciudad de México; desesperado por estar abajo en todas las encuestas, Ebrard descalifica la veracidad de las mismas y desdeña al resto de los participantes, pasan los días y la posibilidad de emigrar se le diluye apostando quizá por vender, literalmente vender, cara su derrota.
Mientras tanto Adán Augusto le ha dado un codazo a sus propias aspiraciones.
Enrique Alfaro rompió con Movimiento Ciudadano ante la negativa del propietario Dante Delgado de abrazar al Frente Amplio, decidido quizá por un crecimiento lento pero seguro, en cambio a Alfaro le preocupa dejar un sucesor carnal que cubra sus espaldas, ante la gran posibilidad de que Jalisco se pinte de guinda para el siguiente año.
En el Frente Amplio las aguas no se han calmado, ahora las cúpulas piden a Beatriz Paredes bajarse de la contienda e imitar a Creel para dejar en solitario a Xóchitl Gálvez, parece ser que el fenómeno solo era publicitario y reconocen la posibilidad de que la experiencia de Paredes y la mayor estructura priista dejen en el camino a la elegida por los panistas y por López Obrador.
El modo aspirante saca lo peor de todos los participantes del juego electoral, son tiempos de fracturas que sanarán cuando los intereses y el amor al poder vuelvan a unirlos.
(Video) Tiempo de fracturas
La opinón de Michelle Onofre acerca de los enfrentamientos entre los suspirantes a la Presidencia de México.