El violento temporal aún no pasa en Guerrero, sobre los escombros dejados por el agua y el viento se asienta la politización de la tragedia. En México se puede sacar raja política de todo, hasta de la desgracia humana.
Gobierno Federal inició con complicaciones y de manera poco ágil la atención en Acapulco, desde el domingo se reparten camas, refrigeradores, estufas, licuadoras y otros electrodomésticos básicos con una meta fijada en los 255 mil paquetes para igual número de familias; se reporta el 85% de las gasolineras del puerto operando con normalidad.
La CFE muestra músculo y levanta 13 mil postes de luz, con lo que el suministro eléctrico araña el 100% de recuperación; en el rubro de la seguridad 10 mil elementos de la Guardia Nacional se encuentran específicamente en la zona afectada y se suman a los 5 mil que ya permanecían en el resto de los municipios, con el fin de brindar un clima de certidumbre y seguridad en las labores de reconstrucción.
Sin embargo, este lunes llegó una marcha a la Ciudad de México proveniente de Acapulco, 250 personas tratando de poner en entredicho las acciones presumidas desde Palacio Nacional, acusan la falta de ayuda y exigen que la restauración de la ciudad sea respaldada en el presupuesto de egresos de 2024, petición que ha puesto ya las cosas al rojo vivo en la cámara baja, gritos y empujones, ya sabe, nada nuevo.
Falta decir que los manifestantes de este pequeño éxodo fueron encabezados por el exalcalde acapulqueño y perredista Evodio Velázquez por lo que no hace falta agregar más.
¡Acapulco es primero! Menos política, más solidaridad y objetivos comunes en bien de la reconstrucción, ¿acaso es mucho pedir?
(Video) El huracán político
La opinión de Michelle Onofre sobre la politización de otra desgracia en nuestro país.