Puebla de los Ángeles, fundada el 16 de abril de 1531, es única en la historia de la Nueva España por su concepción como una "república de agricultores españoles". La ciudad fue planeada estratégicamente entre la ladera sur del Cerro de San Cristóbal y el arroyo de San Francisco, en un área que hoy corresponde a los cerros de Loreto y Guadalupe.
La narrativa de la fundación de Puebla mezcla elementos de mito y realidad. Según la leyenda popular, el obispo de Tlaxcala, Fray Julián Garcés, soñó repetidamente con ángeles trazando la ciudad. Debido a la tonalidad divina de este relato, historiadores y cronistas debaten sobre su veracidad y el planeamiento real detrás de la ciudad.
Según los estudios "La fundación de la ciudad: historia de un proyecto social" por Miguel Ángel Cuenya y Carlos Contreras, la ciudad fue diseñada siguiendo principios modernos, influenciados por el "Tratado de arquitectura" del arquitecto León Battista Alberti, recomendando un trazado rectilíneo para las calles.
El proceso de fundación involucró a figuras clave como fray Julián Garcés y Don Juan de Salmerón, presidente de la Real Audiencia de México. La elección del sitio para Puebla fue meticulosa, eligiendo un área fértil y estratégicamente situada lejos de las comunidades indígenas de Tlaxcala para facilitar el camino hacia la Rica Villa de la Vera Cruz.
Este sitio no solo fue seleccionado por su ubicación geográfica sino también por su potencial para convertirse en un modelo para futuras ciudades novohispanas, buscando atraer a colonos españoles.
La fundación de Puebla enfrentó numerosos desafíos, desde disputas territoriales hasta conflictos sobre la fecha y el lugar exactos de su establecimiento. Contreras y Cuenya describen cómo diferentes actores eligieron el valle de Cuextlacoapan, pero excavaciones recientes sugieren que Puebla podría haberse fundado al norte del convento franciscano, en lo que hoy es el Paseo del Río San Francisco.
Respecto a la fecha de fundación, aunque algunas fuentes indican 1530, la mayoría de los documentos y estudiosos, incluidos Contreras y Cuenya, apoyan el año 1531 como el más probable.
En resumen, la historia de la fundación de Puebla es compleja y llena de capas que se entrelazan entre la planificación estratégica y las leyendas divinas, con ricas capas de historia mexicana aún por develar.