En 2024, México podría vivir un hito en su trayectoria política con la elección potencial de su primera presidenta, un suceso que marcaría la historia de equidad de género del país. Este avance situaría a México junto a más de 70 países que han visto mujeres en roles de liderazgo nacional.
El primer país en elegir a una mujer como líder fue Sri Lanka, donde Sirimavo Bandaranaike se desempeñó como primera ministra de 1960 a 2000. América Latina vio su primera presidenta en 1974, cuando María Estela Martínez de Perón asumió la presidencia en Argentina tras el fallecimiento de su esposo, Juan Domingo Perón.
Desde esos primeros casos, la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo ha incrementado lentamente pero de manera constante. Hoy, veinte mujeres desempeñan roles de jefa de estado o de gobierno en diversas partes del mundo, desde Bangladesh hasta Barbados y desde Dinamarca hasta Georgia, influyendo profundamente en la política y el desarrollo de sus países.
Según los últimos informes de la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, las mujeres ministras suelen estar al frente de ministerios relacionados con la mujer, la igualdad de género, la familia, la infancia y asuntos de minorías e indígenas. Estadísticamente hablando, existe una tendencia por parte de líderes femeninas enfocadas en la protección y el desarrollo social.
Las terminologías de "presidente" y "primer ministro" difieren según el sistema de gobierno. En los sistemas presidenciales, el presidente es generalmente el jefe de estado y de gobierno, mientras que en los sistemas parlamentarios, el primer ministro actúa como jefe de gobierno, con el presidente desempeñando un papel más ceremonial en algunos casos, como en India.
Aunque el mundo ha progresado, la paridad de género en la política aún parece distante. Según ONU Mujeres, podrían pasar hasta 130 años para alcanzar una igualdad de género plena en los gobiernos globales. Además, la representación equitativa en los gabinetes y las legislaturas sigue siendo limitada.