El presidente Andrés Manuel López Obrador ha desvelado una ambiciosa propuesta de reforma electoral que promete transformar profundamente el panorama político y legislativo de México. Presentando un paquete de 20 iniciativas de reformas constitucionales, el mandatario busca implementar medidas de austeridad, disminuir la burocracia legislativa y modificar el proceso de elección judicial, enfocándose en una gestión más eficiente y participativa de la democracia.
Entre los cambios más significativos, se propone la eliminación de las candidaturas plurinominales, la reducción del número de diputados y senadores a la mitad, y la asignación de un menor presupuesto para campañas y partidos políticos. Estas medidas apuntan a un Congreso de la Unión de 500 a 300 diputados y un Senado de 128 a 64 legisladores, marcando un esfuerzo por recortar gastos y simplificar la estructura política del país.
El presidente López Obrador también ha sugerido cambios radicales en el sistema de elección de jueces, magistrados y consejeros electorales, proponiendo que estos sean elegidos mediante el voto libre, directo y secreto de la ciudadanía. Esta medida busca democratizar aún más el sistema judicial y electoral, asegurando que estas figuras reflejen la voluntad popular y no intereses partidistas o económicos específicos.
En un intento por fomentar la participación ciudadana, la iniciativa incluye la reducción del porcentaje requerido para que las consultas populares y la revocación del mandato sean efectivas y vinculantes, pasando del 40% al 30%. Este ajuste pretende facilitar la expresión de la voluntad popular en decisiones críticas de la nación.
Además, el presidente ha revivido la propuesta de desaparecer el Instituto Nacional Electoral (INE) en favor de la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), buscando una estructura más eficiente y una mayor integración del gobierno en el proceso electoral. La reforma sugiere una reducción en el número de consejeros electorales y una disminución a la mitad del financiamiento público a los partidos políticos.
Esta tercera iniciativa de reforma electoral enfrenta un escenario desafiante en el Congreso, necesitando un amplio consenso para su aprobación. El presidente López Obrador insta a una discusión abierta y constructiva sobre estas propuestas, con el objetivo de fortalecer la democracia y el Estado de derecho en México.