La incógnita de por qué tiembla en septiembre en México ha intrigado a muchos a lo largo de los años. En entrevista para un medio nacional, el Dr. Carlos Valdés, Ingeniero Geofísico y Director del Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM en Costa Rica, explico la situación.
Es importante comprender que la actividad sísmica en México está relacionada con su ubicación geográfica. El país se encuentra en una zona de "alta sismicidad" donde interactúan cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la placa del Caribe, creando tensiones constantes en la corteza terrestre.
Los terremotos ocurren cuando dos placas tectónicas liberan la energía acumulada durante su movimiento y como resultado, la corteza terrestre se deforma y genera movimientos sísmicos.
En el caso del terremoto de septiembre de 2017, la placa de Cocos se deslizó debajo de la placa de Norteamérica, provocando un catastrófico suceso.
Sin embargo, la pregunta es por qué tiembla en septiembre. Según los expertos, no existe una razón específica para esta coincidencia. Los sismólogos de todo el mundo no han identificado una correlación directa entre la fecha y la actividad sísmica, se trata más bien de una casualidad.
Es importante destacar que México experimenta un promedio de 30,000 sismos al año, con actividad concentrada en el Estado de Guerrero. Esta región alberga la brecha sísmica de Guerrero, donde no ha ocurrido un gran terremoto en más de un siglo. Si esta brecha sísmica se rompe por completo, podría desencadenar un terremoto de magnitud superior a 8.2.
A pesar de que no se puede predecir cuando ocurrirá un sismo, ni por qué tiembla en septiembre, contar con información técnica adecuada puede ayudar a mitigar el riesgo.
La preparación y la adecuada respuesta ante estos eventos son fundamentales para reducir su impacto en la población. Lo que es un hecho es la actividad sísmica que existe en México, debido a la compleja interacción de placas tectónicas en una zona de alta sismicidad.