Más de un centenar de países las prohíbe, pero Estados Unidos las distribuye. Las bombas de racimo vienen a elevar la expectativa de una posible guerra nuclear entre Ucrania y Rusia, luego de un conflicto de tensión que se remonta a principios de 2022, cuando el país comandado por Vladimir Putin invadió las tierras gobernadas por Volodímir Zelenski.
La semana pasada, el presidente Joe Biden mencionó que "era una desición dificil, pero que Ucrania las necesitaba", confirmando el envío de bombas de racimo que complican todavía más la situación con ojos en todo el mundo como espectadores, ¿qué es lo peor que podría pasar?
Las peligrosas bombas de racimo
Para irnos dando una idea, las bombas de racimo están prohibidas en más de 100 países, que consideran que matan de manera indetermina, además de que las bombas son una clase de armas que contienen múltiples bombas explosivas llamadas submuniciones. De ahí su peligrosidad.
Ahora, las bombas de racimo estadounidenses tienen un porcentaje de fallo inferior a 2,5%, lo que es muy inferior al porcentaje de fallo de las bombas rusas, que se sitúa entre el 30% y el 40%. Ucrania tendría en su poder recursos para terminar con la vida de cientos personas e incluso dejar con daños a los supervivientes.
¿Cómo funcionan las bombas de racimo?
Este tipo de bombas se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial y son potencialmente peligrosas. La característica principal de estas bombas es que contienen, dentro de sí, otras "bombetas" o "minibombas" que en el momento de la detonación se dispersan y, a su vez, provocan otras explosiones en un radio de entre 200 y 400 metros.
Otro de los puntos clave para conocer sobre estas armas que pueden no detonar durante el combate, pudiendo quedarse enterradas en el terreno. Haciendo una analogía con las minas, cuando un humano pisa estas armas escondidas, podría hacerlas detonar causándole la mutilación o la muerte.
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