Donald Trump ha logrado un regreso histórico a la Casa Blanca, venciendo a Kamala Harris en las elecciones presidenciales de 2024 y, aunque Claudia Sheinbaum ha asegurado que “no hay motivo de preocupación” para los mexicanos, son muchos los connacionales que, dentro o fuera de territorio estadounidense, están preocupados por las amenazas de deportaciones de Trump. Entonces, ¿podría realmente Trump deportar a millones de migrantes?
La victoria de Trump dio un giro significativo en la política estadounidense y por supuesto que tendrá profundas implicaciones globales, en las relaciones diplomáticas y posibles alianzas estratégicas.
Según datos recientes, se estima que hay aproximadamente 12 millones de migrantes (solo mexicanos) en Estados Unidos, nuestros paisanos siguen siendo el grupo más numeroso de inmigrantes en el país del norte, por eso es que las políticas migratorias estrictas que podría implementar la administración de Trump no pueden pasarse por alto.
Los inmigrantes (de cualquier nacionalidad) que están en el país sin un estatus legal tienen, primero, derecho al debido proceso, es decir, a una defensa adecuada considerada en un tribunal. Y, dado que los tribunales de inmigración están saturados, la deportación masiva de la Donald Trump habla no podría ser inmediata.
Además, existen las “ciudades santuario”, es decir, lugares que cuentan con políticas para proteger a los migrantes indocumentados de la deportación, lo que incrementa la colaboración de los órdenes de gobierno y, en consecuencia de los planes del nuevo mandatario de los Estados Unidos.
Hay, por otro lado, ciudades en donde se restringe la cooperación de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y la policía local. De nuevo, se trata de una ‘piedra en el zapato’ para las promesas de campaña del magnate.
El proceso de deportación, aun si se trata de detenciones en las cárceles y no en las calles, es largo y complejo, aunque es posible. Podría ser lento y significar para Trump una importante serie de ‘trabas’, pero definitivamente habrá deportaciones y, seguramente, mayor vigilancia especialmente en la frontera de Estados Unidos con México.