El próximo 20 de enero se oficializará el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, pero desde que logró vencer a Kamala Harris en noviembre pasado no ha hecho más que revelar sus objetivos políticos con relación a México y algunos otros países. ¿Podría realmente Trump cambiarle el nombre al Golfo de México?
La victoria de Trump no solo es notable por su magnitud, sino también por el contexto en el que se produce, y ni hablar de las advertencias que ha hecho y que afectarían directamente a México. Entre otras cosas, dijo que intentará cambiar el nombre del Golfo de México por el de “Golfo de Estados Unidos”.
Pero fuera de que Trump asegura que este nuevo nombre suena “hermoso”, qué tanta injerencia tiene en el tema. No son pocas las veces en las que se ha denominado al Golfo de México como la “tercera costa” de Estados Unidos debido a que abarca cinco estados del sureste de aquel país.
Empecemos por descubrir a quién pertenece este cuerpo de agua que cubre más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados. Al estar rodeado por estados mexicanos, estadounidenses y cubanos, no pertenece a un solo país, cada nación tiene derechos sobre ciertas áreas, según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
El poder presidencial de Trump (y su propuesta) tiene una limitación: las fronteras marítimas del país que volverá a gobernar. Aunque sí puede ejercer presión para cambiar el nombre del Golfo de México, no existe actualmente un acuerdo o protocolo internacional formal para dar nombre a las zonas marítimas. Y por mucho que, para él, tenga un sonido precioso “Golfo de Estados Unidos” que sea aceptado y respetado por los otros países involucrados está fuera de su control.