Este jueves, el Papa Francisco dio su tradicional mensaje anual de Navidad ante los burócratas del Vaticano, en el que aprovechó para alertarlos sobre el mal que acecha entre ellos, describiéndolo como “demonios educados”.
Cardenales, obispos, sacerdotes y toda la curia romana, fueron alertados por el Papa sobre los peligros de los que son susceptibles las personas que viven la fe católica de manera rigurosa y presuntuosa.
Enfatizó que los que viven en la iglesia católica corren mayor riesgo de ser asediados por “demonios que entran con educación, sin que uno se dé cuenta”, advirtiéndoles que “podríamos caer en la tentación de pensar que estamos seguros, que somos mejores, que ya no nos tenemos que convertir".
El Sumo Pontífice, aprovechó, como cada año, su mensaje de Navidad de cada año, para ofrecer a miembros de la congregación romana un discurso que promueve la corrección y el arrepentimiento, y ofrece un “examen de conciencia” en vísperas de Navidad.