La gripe aviar, también conocida como influenza aviar, ha generado alarma en las poblaciones de animales, incluyendo aves de corral, aves silvestres y algunos mamíferos, ocasionando graves consecuencias para los agricultores y el comercio. Y aunque los animales son los más afectados, estos brotes continúan planteando riesgos para los seres humanos.
Organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) han hecho hincapié en la necesidad de que los países trabajen conjuntamente en todos los sectores para salvar la mayor cantidad posible de animales y proteger a las personas.
Aunque la influenza aviar se propaga principalmente entre las aves, preocupa el aumento en el número de casos en mamíferos, los cuales están más estrechamente relacionados biológicamente con los seres humanos que las aves. Existe el temor de que el virus de la gripe aviar pueda adaptarse para infectar a los humanos con mayor facilidad.
Y es que algunos mamíferos pueden actuar como portadores de los virus de la influenza, lo que conlleva a la aparición de nuevas cepas que podrían ser más perjudiciales. Ante esta situación, la FAO, la OMS y la OMSA, hacen un llamado a los países para que tomen medidas concretas.
- La primera recomendación es prevenir la gripe aviar en su origen, mediante la implementación de medidas de bioseguridad en granjas y en las cadenas de suministro avícolas, así como buenas prácticas de higiene.
- Considerar la vacunación de aves de corral como una herramienta complementaria, siempre basándose en una sólida vigilancia y teniendo en cuenta factores locales.
- Detección, notificación y respuesta rápida a los brotes de enfermedades en animales, como la primera línea de defensa. Cuando se identifica una infección en animales, implementar estrategias de control según los estándares establecidos por la OMSA.
- Se deben priorizar la vigilancia de infecciones respiratorias agudas graves y enfermedades similares a la influenza, así como la notificación de infecciones humanas bajo el Reglamento Sanitario Internacional.
Realizar investigaciones epidemiológicas y virológicas en relación con los brotes en animales e infecciones humanas, con el objetivo de detectar e investigar rápidamente más casos sospechosos.
La colaboración entre los sectores de salud humana y animal también es esencial, especialmente en lo que respecta al intercambio de información, la evaluación conjunta de riesgos y la respuesta coordinada para evitar brotes de gripe aviar.
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