A través de un comunicado, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, Obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, indicó que no presentará ninguna denuncia respecto a su desaparición.
En el texto, firmado por el obispo, se puede leer que no realizará ninguna denuncia en contra de los que le causaron daño, ni de quien se han encargado de difamarlo emitiendo juicios de lo sucedido.
“Por lo tanto, en ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho. Y pido a los medios de comunicación me comprendan y respeten mi decisión encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral”.
Asimismo, expresó que perdona con todo su corazón a las personas que lo traicionaron, lo vendieron y lo juzgaron, pese a los daños que le hicieron.
"Después de haber hecho oración, meditado profundamente y de haber consultado con mis seres queridos, tanto del clero como laicos y, en razón de que lamentablemente mi vida, edad y mi salud están en condiciones desfavorables, siguiendo los principios evangélicos de nuestro Señor Jesucristo, que perdonó a las personas que lo traicionaron, lo vendieron, lo juzgaron, lo torturaron y lo asesinaron, con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquéllos que me han revictimizado producto de la desinformación"
También agradeció a todos los que se han preocupado por su estado de salud y que han orado por él, además de las autoridades que han estado inmersas en la investigación del caso, principalmente de su abogado el Mtro. Luis Gasca.
Cabe destacar que, el obispo había sido reportado como desaparecido desde el pasado 28 de abril y posteriormente fue encontrado en un hospital de Cuernavaca. Las autoridades de Morelos indicaron que Salvador Rangel habría entrado a un hotel por su propia voluntad.