El Coliseo de Roma, una de las maravillas históricas y un ícono arquitectónico del mundo, ha sido objeto de vandalismo una vez más. Esta vez, un turista búlgaro decidió dejar su marca en las paredes del coliseo, escribiendo su nombre y el de su novia. Sin embargo, después de recibir una reacción negativa por parte del público y las autoridades, el joven se ha disculpado públicamente.
Y es que esta no es la primera vez que el Coliseo sufre actos de vandalismo. En el pasado, una turista canadiense fue sorprendida escribiendo su nombre en los muros y fue denunciada por la policía.
En una carta dirigida a la Fiscalía de Roma, al alcalde Roberto Gualtieri y al ayuntamiento de la capital italiana, el turista identificado como Iván Dimitrov y su novia Hayley Bracey expresaron su vergüenza y admitieron desconocer la antigüedad del monumento en el momento de cometer el acto.
"Reconozco con total vergüenza que sólo después de lo sucedido me enteré de la antigüedad del monumento", escribió Iván Dimitrov en la carta.
El incidente ha provocado una respuesta por parte del ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, quien ha prometido perseguir este acto de vandalismo. Además, el ministerio de Cultura se presentará como parte civil en caso de una denuncia.
Aunque se desconoce si se ha abierto algún procedimiento judicial contra el turista, las acciones de Sangiuliano demuestran la gravedad de esta ofensa contra el Coliseo, patrimonio histórico y cultural de la humanidad.
Una posible solución sería implementar cámaras de vigilancia en el área para disuadir actos vandálicos y garantizar la seguridad de los visitantes. Además, es fundamental concienciar a los turistas sobre la importancia de preservar el patrimonio cultural y respetar las normas establecidas.
En este sentido, el joven turista búlgaro ha ofrecido disculpas públicas y expresó su arrepentimiento por sus acciones. Sin embargo, algunos funcionarios, como la ministra de Turismo, Daniela Santanche, consideran que se debe imponer una sanción ejemplar para que los visitantes al Coliseo comprendan la gravedad de estos gestos irrespetuosos.
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Zahid Torales
