Las directioners y el mundo enteró quedó conmocionado luego de que este 16 de octubre se confirmara la trágica muerte del exintegrante de One Direction, Liam Payne, con solo 31 años y en condiciones desoladoras.
Payne cayó desde el balcón de su habitación en el tercer piso del Hotel CasaSur, en Buenos Aires, Argentina. Minutos antes, se informaba a través de una llamada al 911 que un hombre “sobrepasado de droga” estaba “rompiendo toda la habitación”, el dueño del hotel, cuya voz se ha vuelto viral en redes sociales, pedía ayuda urgente, pues temía por la vida del huésped.
En un primer momento, se puso sobre la mesa la hipótesis de un accidente, sin embargo, hay quienes aseguran que se trató de un suicidio. Con 25 lesiones encontradas en su cuerpo y ninguna de ellas reflejando una postura para protegerse, se cree que el exintegrante de la boy band actuó deliberamente y como consecuencia del consumo de medicamentos de venta libre, suplementos energéticos, Clonazepam y whisky, todas ellas sustancias encontradas en su habitación.
Por si eso no fuera lo suficientemente trágico, Payne parece haber avisado a su exnovia que perdería la vida. Maya Henry, modelo de 23 años, y quien había emprendido acciones legales en contra de Liam, dijo que el cantante jugaba con la idea de la muerte. Recibió mensajes con frases como “No me siento bien” y “Me voy a morir”.
Tras una separación tormentosa, Henry suponía que aquellos mensajes no eran más que una forma de manipulación, sin embargo, ahora es evidente que Liam Payne sufría problemas mentales al tratarse con fármacos como Clonazepam, una benzodiacepina que actúa sobre el sistema nervioso central, con propiedades ansiolíticas, anticonvulsionantes, sedantes y estabilizadoras del estado de ánimo.