El camino de preparación de cara a unos Juegos Olímpicos o cualquier justa deportiva no es fácil, sin embargo, hay atletas que logran vencer cualquier pronóstico y se convierten en un símbolo de resistencia y resiliencia, tal es el caso de Luis Ramón 'Monche' Garrido, el jugador de bádminton que venció a la muerte.
Este 2024, Garrido tuvo su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024, en los cuales, aunque no logró la clasificación, representó con orgullo a toda una nación.
Durante el 2016, no pudo pelear un puesto para las olimpiadas de Río, a cambio se encontraba debatiéndose entre la vida y la muerte; pues una grave enfermedad llamada, rabdomiolisis, frenó de golpe su carrera, con tan solo 20 años de edad.
Monche Garrido platicó para el Comité Olímpico como habría sido su lucha ante esta enfermedad, y cómo era truncar, a tan corta edad sus sueños, para salvar su vida.
"Es como si estuviera perdiendo mis riñones. No procesaban bien, así que orinaba sangre todos los días. Fue muy complicado superar algo así. Cuando pensaba que ya iba mejor, empeoraba. Tardé doce meses en recuperarme", explicó.
El atleta narraba que sus músculos se estaban autodestruyendo, y sus vasos sanguíneos estaban fallando, su riñón derecho ya no funcionaba y el izquierdo se encontraba al 50% de su capacidad, y con ello su cuerpo iba debilitándose cada vez más.
Poco después llegó una grave lesión en su rodilla derecha, y con ello se fueron acumulando más lesiones, sumando un total de ocho cirugías de rodilla, y aunque fue un proceso completamente doloroso, el Monche tenía un solo objetivo: representar a México en unos Juegos Olímpicos.
Fue en el 2023 cuando empezó a trabajar por ese sueño, puesto que representó a México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, donde se llevó el oro, y en los Juegos Panamericanos de Santiago, donde se llevó el bronce.
Luis Ramón 'Monche' Garrido, logró representar a México la disciplina de bádminton en los Juegos Olímpicos de París 2024, y fue así que demostró que no podía dejar este plano sin luchar por sus sueños.