México se posiciona como un icono de la historia antigua, destacando entre los diez países más antiguos del mundo y el único representante de América Latina en este selecto grupo. Su rica trama histórica se remonta a la civilización olmeca alrededor del año 1200 a.C., marcando el inicio de su profundo legado cultural.
Este país, con una historia que florece desde hace milenios, se erige como un testimonio de la diversidad y la grandeza de las culturas precolombinas. Los olmecas, considerados como la cultura madre de Mesoamérica, sentaron las bases de elementos distintivos de la identidad mexicana, desde el juego de pelota y el chocolate hasta complejas prácticas religiosas y arquitectónicas.
En la lista de los países más antiguos, México se encuentra junto a naciones de profundo arraigo histórico como Egipto, Irán, la India y China. Los sitios arqueológicos de San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes ofrecen un vistazo a la magnitud de la civilización olmeca, con monumentos y rituales que siguen fascinando a historiadores y visitantes.
Estas antiguas ciudades resaltan la sofisticación y el ingenio de los primeros mexicanos a través de lugares emblemáticos como Palenque, San Juan de Ulúa y la Alhóndiga de Granaditas, México narra la evolución de su historia, desde la época precolombina hasta la Revolución Mexicana.
Este país continúa siendo un foco de interés para el estudio de la historia antigua y un destino fascinante para quienes buscan comprender las raíces de la civilización moderna. Su lugar entre los países más antiguos es un testimonio de su rica herencia y su influencia continua en el tejido cultural de América Latina y el mundo.
