El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su descontento tras el reciente rechazo de una propuesta migratoria en el Congreso de Estados Unidos, señalando la manipulación política del tema en vísperas electorales.
En un firme pronunciamiento, López Obrador recalcó que México no será instrumentalizado en debates políticos extranjeros, subrayando: “México no es piñata de nadie”. Esta declaración viene a colación del rechazo, el pasado 7 de febrero, a una iniciativa presentada por el presidente Joe Biden, que buscaba reformar aspectos de la política migratoria estadounidense.
El mandatario mexicano criticó el aprovechamiento político-electoral de la migración por parte de los partidos en Estados Unidos, enfatizando la necesidad de tratar este asunto con la seriedad y el respeto que merece. López Obrador instó a los políticos estadounidenses a regularizar la situación de los migrantes mexicanos y de otras nacionalidades, quienes contribuyen significativamente al desarrollo y la grandeza de Estados Unidos con su trabajo y esfuerzo.
Además, López Obrador se ofreció a participar personalmente en cualquier ceremonia que marque un compromiso real hacia la regularización de los migrantes en Estados Unidos. El presidente mexicano se comprometió a asistir si se le invita, siempre y cuando se tomen acciones concretas para reconocer y regularizar la situación de los migrantes que han estado viviendo y trabajando en Estados Unidos de manera honrada.
Este llamado subraya la importancia de trascender las promesas vacías y avanzar hacia soluciones efectivas que respeten los derechos de los migrantes y reconozcan su aporte esencial a la sociedad estadounidense. La insistencia de López Obrador en la participación activa de México en este debate refleja su compromiso con la defensa de los intereses de los mexicanos en el extranjero y la búsqueda de políticas migratorias justas y humanas.