México destaca en un ranking poco envidiable: ocupa 16 lugares de las 50 ciudades más violentas del mundo, según el más reciente estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.
La ciudad de Colima se lleva el dudoso honor de liderar este ranking por séptimo año consecutivo, con una tasa alarmante de 140.32 homicidios por cada 10 mil habitantes. Le siguen Ciudad Obregón en Sonora y, sorprendentemente, la única ciudad no mexicana en el top 3, Puerto Príncipe en Haití.
Entre las ciudades mexicanas que figuran en este lamentable top 10 se encuentran Zamora en Michoacán, Manzanillo en Colima, Tijuana en Baja California, Zacatecas en Zacatecas y Ciudad Juárez en Chihuahua. Estas cifras reflejan la urgente necesidad de estrategias eficaces para combatir el crimen y proteger a los ciudadanos.
El panorama se extiende a otras ciudades del país, encontrando a Celaya en Guanajuato, Cuernavaca en Morelos, Acapulco en Guerrero y Uruapan en Michoacán, entre otras, dentro de las 50 más violentas.
José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo, subraya la gravedad de la situación, refiriéndose a ella como un "reflejo de la violencia que vivimos en el país". Este análisis invita a reflexionar sobre las causas profundas de la violencia y la urgencia de implementar políticas públicas más efectivas. México, con su rica historia y cultura, enfrenta el desafío de revertir estos números y trabajar colectivamente hacia un futuro más seguro para todos sus habitantes.