La Lengua de Señas Mexicana (LSM) es un tesoro lingüístico que forma parte del patrimonio cultural de México. Desde el 10 de junio de 2005, se celebra en nuestro país el Día Nacional de la Lengua de Señas Mexicana, reconociendo oficialmente su importancia y relevancia para la comunidad de sordos.
Es importante aclarar la diferencia entre los términos "lengua" y "lenguaje". El lenguaje es una capacidad innata en todos los seres humanos para comunicarse, mientras que la lengua es un conjunto organizado de signos lingüísticos. Por lo tanto la LSM es una lengua completa y compleja, con gramática y vocabulario propios.
La LSM se basa en una serie de signos gestuales articulados con las manos, que se acompaña con expresiones faciales, miradas intencionales y movimientos corporales. Cumpliendo una función lingüística esencial para la comunidad sorda mexicana, aunque existen variaciones regionales en la lengua de señas.
La comunicación es fundamental para el entendimiento humano y el desarrollo de una sociedad inclusiva, por ello, la LSM permite a las personas sordas expresar sus emociones, transmitir mensajes e influir en los demás. Eliminando barreras y fomentando la igualdad de oportunidades para todos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5% de la población mundial, padece pérdida de audición discapacitante. En el caso de México, se estima que hay 2.3 millones de personas con discapacidad auditiva.
Por ello, es fundamental que en México se siga fomentando el aprendizaje de la LSM para lograr una sociedad más inclusiva. Reconocer y valorar esta lengua es una muestra de respeto y apoyo hacia la comunidad de sordos.
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