México se prepara para su tercer Censo Nacional del Jaguar, un esfuerzo liderado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) con colaboración de la UNAM y la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar.
Este censo, programado entre marzo y junio de 2024, busca evaluar la efectividad de las políticas de conservación aplicadas desde el último recuento en 2018, que registró aproximadamente 4,800 jaguares. Los resultados, anticipados en agosto, son esperados con optimismo por ambientalistas y autoridades, a pesar de las preocupaciones por proyectos como el Tren Maya.
La conservación del jaguar es crucial para el mantenimiento de ecosistemas saludables, reflejando la calidad de vida de miles de especies. México ha incrementado la protección de hábitats clave, expandiendo 1.6 millones de hectáreas de áreas protegidas, destacando la Región Gran Calakmul. Sin embargo, el desarrollo del Tren Maya presenta desafíos significativos, incluyendo la tala de más de 10 millones de árboles y la muerte documentada de jaguares en áreas de construcción.
El impacto ambiental del Tren Maya ha generado controversia. A pesar de las medidas tomadas por Fonatur, como la construcción de pasos de fauna para mitigar la fragmentación de hábitats, críticas apuntan a la ejecución deficiente y los peligros que aún enfrentan los jaguares y otras especies. La efectividad de estos corredores es cuestionada por expertos y activistas, quienes argumentan que no se ajustan a las necesidades de la fauna local.
El próximo censo del jaguar no solo evaluará el crecimiento poblacional, sino también la efectividad de las acciones de conservación y la adaptación de la especie a cambios en su entorno. Además, reflejará el impacto de proyectos de desarrollo en la biodiversidad mexicana, ofreciendo una oportunidad para reevaluar y adaptar estrategias de conservación.
Las autoridades han emitido nuevas declaratorias para proteger más áreas, incluyendo la reciente certificación de selvas por el pueblo zoque en los Chimalapas, destacando la importancia de la colaboración comunitaria en la conservación del jaguar, enfatizando la necesidad de un equilibrio entre desarrollo y la preservación de la biodiversidad.
