Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), refieren que volver a la “comidad de la abuela”, en la que los platillos tradicionales predominaban en la cocina mexicana, es una alternativa para reducir los niveles de obesidad que tiene México, y con ello, decir adiós, a los alimentos ultraprocesados.
Según especialistas como Juan Rivera Domarco, investigador emérito del INSP, las dietas derivadas de las guías 2023 “son 21 % más económicas, requieren 30 % menos uso de suelo para producirse y generan 34 % menos emisiones de gases de efecto invernadero que la dieta que llevan actualmente los mexicanos”.
Si bien, reconoce que los hábitos alimenticios cambian de una región a otra, es el caso de los norteños que acostumbran comer más carne y productos derivados de esta, o los sureños un poco más tradicionales, sin embargo, en ambos casos, la dieta habitual se basa en excesos de azúcares, grasas, sal y calorías, así como otros alimentos orientales que han sido adoptados.
Las Guías Alimentarias de la Población Mexicana 2023, consideran diez consejos esenciales como: la proporción de leche materna en los primeros seis meses de vida, incluir frutas y verduras de temporada, consumo de lentejas, frijoles, habas, sopa o verduras, cereales y granos enteros como el maíz, avena, arroz.
En lugar de carnes procesadas, consumir frijoles, lentejas, pollo, huevo o pescado, optar por alimentos sin sellos y no papitas, galletas o pan dulce, tomar agua natural en lugar de refrescos o jugos en sobres de polvo.
Eliminar malos hábitos como el consumo de alcohol, optar por la actividad física e involucarse en la preparación de alimentos con la familia.