El Instituto Nacional Electoral (INE) ha establecido un novedoso método para integrar la voz de la ciudadanía en el primer debate presidencial, programado para el 7 de abril. A través de una plataforma digital activa desde el 20 de febrero hasta el 21 de marzo, personas a partir de los 13 años de edad tendrán la oportunidad de enviar sus preguntas a los candidatos presidenciales, marcando un hito en la participación ciudadana en los procesos electorales de México.
Carla Humphrey, presidenta de la Comisión de Debates del INE, detalló que las preguntas deben alinearse con temas predefinidos como salud, transparencia, combate a la corrupción, no discriminación y grupos vulnerables y violencia contra las mujeres. Además, se enfatizó que las preguntas no deben contener discursos de odio, inclinaciones partidistas, ideológicas, religiosas, ni manifestaciones de violencia o discriminación, y deben formularse de manera general sin dirigirse a una candidatura específica.
Este método de participación ha generado debate entre representantes de partidos políticos. Gerardo Fernández Noroña, del PT, expresó su preocupación sobre la autenticidad de los participantes debido al posible anonimato en redes sociales, mientras que Hiram Hernández, del PRI, defendió el potencial de las redes sociales para emanar preguntas significativas para el debate, resaltando la ironía de la desconfianza hacia un medio previamente celebrado por muchos.
La iniciativa del INE busca democratizar aún más el proceso electoral, permitiendo que un espectro más amplio de la sociedad mexicana participe directamente en la formulación de preguntas para los candidatos presidenciales. Este esfuerzo por incluir a los jóvenes y aprovechar la tecnología digital refleja un paso adelante en la adaptación de las instituciones a las nuevas formas de comunicación y participación ciudadana.
Con esta dinámica, el INE pretende asegurar que las preocupaciones y cuestionamientos de la ciudadanía sean parte central del debate, ofreciendo a los candidatos la oportunidad de responder directamente a las inquietudes del público. Este proceso no solo enriquece el diálogo democrático sino que también fortalece la transparencia y la rendición de cuentas en la carrera hacia la Presidencia.