Unos días después de la devastación causada por el huracán Otis en la costa de Guerrero, México, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un enlace telefónico al gabinete que trabaja en Acapulco y municipios circundantes para proporcionar una actualización sobre la cifra de víctimas y los esfuerzos de rescate en curso.
Según los informes, hasta el momento se han confirmado 45 fallecidos debido a las consecuencias del huracán. Además, se han registrado 47 personas que aún no han sido localizadas, lo que representa una preocupación significativa para las autoridades y las familias afectadas.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado destacó la gravedad de la situación y expresó su solidaridad con las familias afectadas, asegurando que el gobierno está en contacto con ellos para brindar apoyo en estos momentos difíciles.
Para intensificar la búsqueda de personas desaparecidas, se han ampliado las brigadas de búsqueda, y se ha colaborado con la Secretaría de Gobernación, las comisiones locales de Derechos Humanos y la Comisión Nacional de Búsqueda.
Afortunadamente, se ha logrado localizar a 152 personas que habían sido reportadas como desaparecidas, incluyendo a dos ciudadanos suecos tras el paso del huracán Otis.
El presidente fue cuestionado acerca de la precisión de las cifras de víctimas y desaparecidos, y aprovechó la oportunidad para criticar a los medios de comunicación, a quienes acusó de aprovecharse de la tragedia.
El presidente calificó la situación como "temporadas de zopilotes" y alegó que los medios estaban malinformando y calumniando, similar a lo que, según él, ocurrió durante la pandemia.
Por otro lado se ha confirmado que en el Servicio Médico Forense se encuentran 45 cuerpos, de los cuales 16 ya han sido entregados a sus familias. Se han realizado pruebas de genética en 47 personas no localizadas, lo que garantiza que la información sea precisa.
Además, se constato el muerte de tres personas extranjeras, que vivían en Acapulco y que habían sido reportadas como desaparecidas. Un estadounidense, cuyo cuerpo fue entregado a su familia, un canadiense y un británico.
El gobierno de México y las autoridades locales continúan trabajando arduamente en la respuesta a la devastación causada por el huracán Otis.
Paola Arcos
