El robo de combustibles, principalmente gasolina y diésel, mediante la perforación de oleoductos, ha generado graves consecuencias tanto económicas como ambientales y de salud pública. Esta vez, aseguran un buque con 10 millones de litros de diésel en Tamaulipas, un tremendo golpe al huachicoleo.
Elementos de la Secretaría de la Marina, de la Fiscalía General de la República y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, interceptaron un buque que transportaba aditivos para aceites lubricantes, incautaron 10 millones de litros de diésel.
Pero eso no fue todo, decomisaron también 192 contenedores, 29 tractocamiones, armamento, cartuchos de diversos calibres, vehículos y, por supuesto, el buque. Sucedió en Altamira, Tamaulipas. Un decomiso “histórico” de hidrocarburos, según reconocen las propias autoridades federales.
Acabar con el huachicoleo es una tarea crucial en México, ya que este delito no solo afecta la economía del país, sino que también impacta en los ámbitos ambientales y sociales. El robo de combustibles a través de la perforación de oleoductos ha generado pérdidas millonarias para Pemex y ha debilitado la seguridad energética nacional.