El 5 de junio de 2009 se escribió uno de los capítulos más trágicos en la historia de México, cuando un incendio desgarrador en una guardería subrogada por el IMSS en Hermosillo, Sonora, se cobró las vidas de 49 niños inocentes. El siniestro se originó en un espacio compartido con la Secretaría de Hacienda de Sonora, donde una avería en el sistema de ventilación encendió las llamas que, de manera descontrolada, se propagaron al centro infantil.
La estructura de la guardería, lamentablemente preparada con materiales altamente inflamables como plástico y tela en sus paredes, así como la ausencia de salidas de emergencia adecuadas, facilitaron la rápida expansión del fuego. La situación se agravó debido a que los esfuerzos iniciales de rescate se vieron obstaculizados, llevando a desesperados intentos por derribar las paredes con vehículos antes de que las unidades de emergencia llegaran al lugar.
La tragedia se acentuó por la falta de equipamiento básico de seguridad, como extintores y detectores de humo, y la toxicidad de los gases emanados de los materiales en combustión contribuyó principalmente a las muertes por asfixia.
Investigaciones posteriores revelaron una serie de negligencias alarmantes en las medidas de seguridad de la guardería. Pese a los informes de un arquitecto independiente contratado por el IMSS en 2005, que declaraban el sitio como inseguro para niños y empleados, la operación del centro continuó sin cambio alguno.
El suceso también sacó a la luz conexiones políticas en la administración de las guarderías subrogadas. Entre los propietarios figuraban individuos ligados a políticos prominentes, como Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, esposa del presidente de aquel entonces, Felipe Calderón. A pesar de las investigaciones y la creciente presión pública, Gómez del Campo fue absuelta en 2012, lo que intensificó las acusaciones de impunidad.
A 15 años de la tragedia, aún se exige justicia
Con la aproximación del decimoquinto aniversario del incendio, la comunidad de Hermosillo organizó una serie de eventos para conmemorar esta dolorosa efeméride, así como reafirmar la exigencia de justicia. Esta noche, los familiares de las pequeñas víctimas se congregarán en el que fue el edificio de la guardería, transformando el espacio en un lugar de memoria con una emotiva vigilia.
El sitio del siniestro, eternizado por fotografías, flores y velas, se ha convertido en un memorial espontáneo establecido por padres y otros familiares. Los actos conmemorativos incluirán una marcha que se llevará a cabo a las 18:00, partiendo desde el antiguo recinto de la Guardería ABC hasta las escalinatas del Museo de la Universidad de Sonora. Allí, se pronunciará un manifiesto que encapsula las demandas de aquellos cuyas vidas fueron alteradas por esta catástrofe.
Entre las exigencias centrales de los manifestantes se incluyen una audiencia con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, la adecuada penalización a los responsables ya identificados y la implementación efectiva de las sentencias judiciales emitidas. Además, demandan garantías para evitar la repetición de tragedias semejantes, la promulgación nacional de la Ley 5 de Junio y la creación de un sitio conmemorativo en el lugar de los hechos.
Los familiares también reclaman una reparación integral por los daños sufridos y solicitan que el caso sea elevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos sin obstáculos por parte del Gobierno.
