La flor de cempasúchil, también conocida como Tagetes erecta, son elementos icónicos en la cultura mexicana y están intrínsecamente relacionadas con festividades tradicionales, especialmente el Día de los Muertos.
Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una variante de cempasúchil originaria de China que ha ganado popularidad tanto dentro como fuera de México. Aunque comparten el mismo género, existen notables diferencias entre estas dos variedades.
La flor de cempasúchil mexicana tiene un origen arraigado a nuestro país. Se ha cultivado y utilizado durante siglos y tiene una gran importancia cultural y simbólica.
Por otro lado, el cempasúchil chino, conocido como Tagetes patula, es una especie diferente que carece de este rico trasfondo cultural. No comparte el mismo significado espiritual y no tiene la misma historia.
La flor de cempasúchil mexicana destaca por su llamativo color naranja y sus grandes flores con un aroma distintivo. Sus flores suelen ser más amplias y sus pétalos más grandes en comparación con la variedad china. Además, su fragancia es característica y muy apreciada en estas fechas.
Por su lado, el cempasúchil chino cuenta con flores más pequeñas en comparación con la mexicana, puede variar en color, incluyendo tonos de naranja, amarillo y rojo, y su aroma es menos intenso.
En nuestro país, el cempasúchil es utilizado de diferentes maneras, desde su uso en festividades como el Día de los Muertos, como en medicina tradicional y en la gastronomía. En cambio, el cempasúchil chino se cultiva en todo el mundo como planta ornamental debido a su apariencia llamativa. Sin embargo, sus usos tradicionales son limitados.
La de flor de cempasúchil mexicano se cultiva principalmente en México y algunas regiones de América Latina. Su temporada de floración coincide con el Día de los Muertos, lo que lo hace ampliamente disponible en ese período.