A nivel mundial, los perros son uno de los principales animales domesticados que forman parte de la vida cotidiana de los seres humanos como mascotas. Se dice que son nuestros mejores amigos y compañeros de vida. Sin embargo, existe el cuestionamiento sobre si existen razas peligrosas por su genética o si el comportamiento de éstos es consecuencia del adiestramiento que sus dueños les den.
“Razas potencialmente peligrosas” es el nombre que se le ha dado a aquellas que han representado un riesgo de ataque a seres humanos u otras especies y que han causado daños letales. Para determinar el grado de peligrosidad, se han tomado en cuenta características como su peso, tamaño, mordida, musculatura, fuerza, pelaje y hasta su herencia histórica.
En dichos listados es común encontrar a razas como los pitbulls, bull terriers, rottweilers, doberman, el dogo argentino, entre otros que tienen entre sus similitudes su gran tamaño, peso y que la creación de algunos de ellos se ha debido a que tenían como propósito ser perros de cacería o combate en guerras.
Pese a ello, se ha demostrado que algunas de las razas mencionadas son amigables e incluso son protectores de niños. Esto en consecuencia, de un buen adiestramiento por parte de los dueños desde las primeras etapas de desarrollo del canino.
En algunos países como España, han implementado legislaciones tomando como argumento lo antes mencionado, aunque en los últimos años esto puede ser potencialmente descartado debido a que se encuentran trabajando de la mano de científicos para determinar que la respuesta va más encaminada a casos particulares y a que no debería generalizarse en una raza u otra.
En México se han tratado de proponer iniciativas que regulen el adiestramiento de perros potencialmente peligrosos, pero hasta el momento no existe una ley que responda a la clasificación de esta especie ni a su adiestramiento particular.
