Fue en la selva maya, en donde la gente comenzó a recolectar la goma del chicozapote llamada sicte, la cual se utilizaba para limpiar la boca y los dientes, así como para engañar al estómago en los rituales de ayuno.
Los mayas también comerciaban con esta goma con otros pueblos mesoamericanos.
Sin embargo, no se sabe con certeza quién inventó el chicle, existen al menos tres hipótesis sobre esto:
Una de ellas es que en 1848 John Curtis inventó el "State of Maine Pure Spruce Gum".
Otra, señala que fue el mexicano Antonio López de Santa Ana quien dio pie a su comercialización en 1860.
Mientras que la tercera hipótesis indica que en diciembre de 1869, William F. Semple patentó esta goma de mascar, por lo que también se le atribuye el mérito de inventar el chicle.
El chicle y sus sabores
Los primeros chicles carecían de sabor y se vendían en forma de bolitas en una tienda de Nueva Jersey en febrero de 1871.
Su creador, Thomas Adams, los promocionó como un remedio contra el nerviosismo y el chicle pronto desplazó a las pastillas de parafina.
Aunque al principio se vendía en pequeñas bolitas, pronto se comercializó en tiras largas y delgadas.
En 1875, el farmacéutico John Colgan inventó el chicle aromatizado con bálsamo medicinal de tolú, lo que marcó el inicio de la variedad de sabores en el chicle.