Entre 1972 y 1978, John Wayne Gacy, conocido por su personaje de payaso "Pogo", cometió una serie de crímenes que estremecieron a Estados Unidos. Bajo la fachada de un ciudadano respetable, Gacy llevó una doble vida y asesinó a al menos 26 jóvenes. Su caso sigue siendo uno de los más impactantes en la historia criminal del país.
Nacido en Chicago, Gacy vivió una infancia difícil, marcada por el abuso físico y emocional de su padre, quien criticaba su orientación sexual. A lo largo de su vida, Gacy ocultó sus preferencias, mantuvo una apariencia de normalidad: se casó, tuvo hijos y se convirtió en empresario. Además, era reconocido por su participación en obras de caridad, entreteniendo a niños como payaso y colaborando en actividades comunitarias.
Sin embargo, su vida oculta se reveló a través de su participación en el club social "Jaycees", donde fue denunciado por abusar de un joven, lo que le valió una condena de 10 años, aunque solo cumplió 2 por buena conducta. Tras su liberación, Gacy se mudó a una casa en Norwood Park, que más tarde se convirtió en el lugar donde cometió la mayoría de sus crímenes.
En 1975, se unió al club de payasos "Jolly Jokers", adoptando el personaje de "Pogo". Mientras mantenía su imagen pública como un miembro ejemplar de la sociedad, secuestraba, abusaba y asesinaba a adolescentes, a quienes atraía con falsas ofertas de empleo. Los cuerpos de sus víctimas fueron hallados ocultos en el sótano de su casa.
La desaparición de Robert Priest, un joven de 15 años que había mencionado a su madre una oferta de trabajo con Gacy, fue clave para la investigación policial. Después de un exhaustivo registro de su propiedad, se descubrieron los cuerpos de las víctimas. Aunque Gacy fue acusado por 26 asesinatos, confesó haber matado a 30.
El proceso judicial culminó con su condena a muerte, el 10 de mayo de 1994. El caso ha sido documentado en libros, series y películas, y su figura ha inspirado personajes como el payaso Twisty en American Horror Story y una breve escena en la serie Dahmer.