La muerte de los lomitos Stitch en Guerrero y Scooby (o Benito) en el Estado de México ameritan cárcel para sus agresores en ambos casos. Sin embargo a un mes de que ocurriera el hecho en Chilpancingo no existe ninguna detención como ocurrió con el agresor ubicado en el municipio de Tecámac.
El pasado 28 de abril del año en curso se registró al oriente de la capital de Guerrero la agresión en contra del perro Stitch, el cual fue golpeado hasta causarle fracturas en el cráneo y otras partes del cuerpo por presuntamente haber robado un pan de un comercio que se ubica en la Colonia Lomas del Poniente.
Luego de 30 días, un nuevo caso se volvió viral en redes sociales cuando durante el fin de semana pasado un policía de la Ciudad de México arrojó a Scooby a un cazo de aceite hirviendo provocándole la muerte. En ambos casos las víctimas tenían cuatro patas, pero existe una marcada diferencia en sus descenlaces.
Justicia para Stitch
Para el siguiente lunes de la muerte de Scooby, ya se había generado una orden de agresión en contra de Sergio “N” y horas más tarde fue detenido y llevado hasta el penal de Chiconautla, dónde pasará hasta 6 años por la muerte del canino, más otra sentencia por delitos de extorsión.
Tras un mes de la muerte de Stitch y al ver la rapidez con la que se actuó en otra entidad, usuarios de redes sociales condenaron que en Guerrero no exista ningún detenido.
Consultada sobre el tema, la coordinadora de Bienestar Animal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero (SEMAREN), Gretta Fuentes de María, confirmó que por el caso Stitch hay tres denuncias en instancias diferentes, pero que solo a la que fue levantada en la Fiscalía General del Estado (FGE) le corresponde la detención y encarcelamiento del responsable.
La falta de evidencias
A pregunta expresa sobre el motivo de la rapidez del actuar de las autoridades del Estado de México refirió que hay varios factores que influyeron, como lo es un video dónde se aprecia la agresión, se ve al criminal y las placas del vehículo entre otras cosas.
Lo que no se tiene en el caso de Guerrero es algún prueba de el agresor cometiendo el delito, sumado a que en comparación con la entidad vecina las políticas de bienestar animal allá se implementaron desde el 2016.
Y en el caso de Guerrero se comenzaron a aplicar durante el inicio de la administración de la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, por lo que destacó Fuentes de María que la labor que han emprendido es la de concientizar y capacitar a los ayuntamientos y dependencias que se encargan de las sanciones a los agresores. Por supuesto, esperan buenas nuevas próximamente.
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