Existen muchas secuelas del COVID-19, sin embargo, algunas son más evidentes que otras, tal es el caso de la niebla mental, que hoy es catalogada como COVID largo.
Esta es una afección que se produce cuando los síntomas del COVID-19 persisten al menos durante tres meses después del contagio. Los científicos ahora saben que estos síntomas pueden durar años.
El COVID largo es muy frecuente en personas jóvenes y sanas, sin embargo, el riesgo mayor de tener secuelas está entre los adultos que han sido hospitalizados, así como entre los fumadores, personas con obesidad o que presentan enfermedades autoinmunes.
Algunos síntomas pueden ser dolor, fatiga extrema y niebla mental, o dificultad para concentrarse o recordar cosas. Esta secuela es muy preocupante, afectando a millones de adultos en los Estados Unidos y obligado a muchos a abandonar sus trabajos.
Podrían existir manifestaciones como disfunción cognitiva en forma de dificultad con la memoria, la atención, el sueño y el estado de ánimo. Otros síntomas pueden aparecer en el cuerpo como el dolor y el malestar después de realizar ejercicio leve.
Un estudio realizado en 2021 arrojó que en el mundo cerca del 43 por ciento de las personas infectadas pueden desarrollar COVID largo.
Es importante tener en cuenta que aunque solo una pequeña parte de las infecciones resultan en esta afección, existen aún distintos tipos de secuelas. La vacuna sigue siendo una medida clave para prevenir la infección y reducir el riesgo de COVID largo, por lo que es esencial seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y recibir las dosis necesarias.
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