A sus 88 años, perdió la vida el papa Francisco a las 07:35 de la mañana de este 21 de abril. Y, aunque es una pérdida irreparable para la Iglesia católica, la gran pregunta ahora es ¿cómo se elegirá al nuevo papa?
Fue el camarlengo Kevin Farrrell quien confirmó que el Santo Pontífice había partido. Ahora, su cuerpo se expone en la Basílica de San Pedro y en unos días iniciará el proceso para elegir a su sucesor.
Solo se puede elegir un nuevo papa cuando el cargo está vacante: cuando el papa fallece o en caso de renuncia, como sucedió con Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco.
Luego de que el camarlengo verifica oficialmente el deceso y comunica la noticia, durante nueve días se realizan las exequias papales (misas y ceremonias de luto en su honor).
Después, se convoca un cónclave en un plazo de 15 a 20 días. Se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, en la Ciudad del Vaticano, y participan todos los cardenales menores de 80 años y elegibles para liderar el Vaticano.
Durante el cónclave, los cardenales convocados se aíslan del mundo exterior para evitar ser influenciados. La elección del nuevo Papa se realiza mediante votaciones secretas. Para ser elegido, un candidato debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos. Se pueden realizar ajustes en el proceso de votación, pero siempre manteniendo el requisito de la mayoría calificada.
Una vez elegido el nuevo Papa (destacan nombres como Pietro Parolin, Antonio Tagle y Fridolin Ambongo Besungu) se anuncia al mundo con la tradicional fumata blanca. Ahora bien, el cónclave puede durar varios días, ya que los cardenales tienen derecho a votar hasta cuatro veces por jornada, por lo que la duración del mismo es incierta.