Enviar la carta a los Reyes Magos es una tradición que llena de ilusión a los niños en México. Tradicionalmente, las cartas se atan a globos de helio y se liberan al cielo, con la esperanza de que Melchor, Gaspar y Baltasar reciban los deseos de los más pequeños. Sin embargo, esta práctica, aunque encantadora, tiene un impacto negativo en el medio ambiente.
¿Por qué evitar enviar cartas en globos? La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales advierte sobre el riesgo ecológico de los globos. Estos, al terminar en cuerpos de agua, se confunden con comida por animales como peces y tortugas, causando su asfixia. Además, los globos contribuyen a la contaminación terrestre, liberando tóxicos y micropartículas durante su lenta degradación.
La Ley de Residuos Sólidos, vigente desde enero de 2021, prohíbe la venta de plásticos de un solo uso, incluyendo globos. Aunque no existe una multa específica por enviar cartas en globos, esta ley contempla sanciones económicas por el uso indebido de plásticos desechables.
Entonces, ¿cómo pueden los niños enviar sus cartas a los Reyes Magos de forma ecológica? Una alternativa es colocar la carta en un zapato, bajo el árbol de Navidad o aprovechar los servicios postales especiales que se habilitan en localidades y municipios durante esta época. Estas opciones no solo preservan la magia de la tradición, sino que también educan a los más jóvenes sobre la importancia de cuidar nuestro planeta.
Esta nueva forma de celebrar el Día de Reyes mantiene viva la ilusión infantil, a la vez que promueve la responsabilidad ambiental. Así, el mensaje de esperanza y alegría de esta tradición continúa, pero de una manera más sostenible y consciente.
