Este jueves 24 de agosto, se tiene previsto que el expresidente Donald Trump se entregue en la cárcel del condado de Fulton en Georgia, un establecimiento penitenciario que ha sido objeto de atención debido a sus condiciones y reputación.
La Oficina del Sheriff del condado de Fulton ha anunciado que habrá un riguroso control de acceso alrededor de la cárcel durante la entrega de Trump, lo que podría resultar en restricciones para los curiosos.
A diferencia de otros lugares, en el condado de Fulton, las audiencias de cargos se programan después de que los acusados completen el proceso de registro, y se espera que Donald Trump siga este procedimiento.
La cárcel inaugurada en 1989, ha tenido históricamente problemas de sobrepoblación, albergando a más de 3,200 personas a principios de este año, superando su capacidad de aproximadamente 2,700.
Según Devin Franklin, defensor público del condado de Fulton, las condiciones en esta cárcel han sido cuestionadas durante mucho tiempo. Se han denunciado episodios de apuñalamientos frecuentes, atención médica inadecuada y peleas violentas. La violencia y negligencia han llevado a una investigación federal sobre el lugar.
El sheriff del condado, Patrick Labat, ha declarado que Donald Trump será tratado como cualquier otro acusado, aunque su estatus podría llevar a adaptaciones por motivos de seguridad.
La cárcel está ubicada en el oeste de Atlanta, a pocos kilómetros del centro de la ciudad. Ha sido motivo de preocupación debido a la violencia, condiciones insalubres y muertes que han ocurrido en sus instalaciones.
Aunque Donald Trump cuenta con protección del Servicio Secreto, es incierto si las prácticas anteriores se mantendrán en su visita a esta cárcel.
La cárcel se ha convertido en un lugar de escrutinio y debate sobre la seguridad y el trato hacia los reclusos.
También te puede interesar: