El presidente Andrés Manuel López Obrador y la próxima presidenta Claudia Sheinbaum dieron a conocer su alegría por la liberación de Julian Assange, el controvertido fundador de WikiLeaks. Tras cinco años de reclusión en una prisión de máxima seguridad en el Reino Unido, Assange se prepara para regresar a Australia, evitando una posible sentencia de más de 100 años en los Estados Unidos por infracciones a la Ley de Espionaje.
Este caso tuvo un eco particular en México, ya que la familia de Assange fue homenajeada durante el Grito de Independencia en 2022 por la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien les entregó las llaves de la ciudad.
La acusación de Estados Unidos contra Assange se basaba en la divulgación de alrededor de 700 documentos clasificados que detallaban aspectos de las guerras en Irak y Afganistán a través de WikiLeaks, generando un acalorado debate internacional sobre los límites de la libertad de prensa frente a la seguridad nacional.
El presidente López Obrador no se reservó su entusiasmo ante la noticia de la liberación de Assange, declarando en redes sociales:
“Celebro la salida de Julian Assange de la cárcel. Al menos en este caso, la Estatua de la Libertad no quedó como un símbolo vacío; está viva y contenta como millones en el mundo”.
Según reportes de medios internacionales, la liberación de Assange se dio gracias a un acuerdo con la administración del presidente estadounidense Joe Biden, quien optó por retirar la solicitud de extradición, permitiendo así el regreso de Assange a Australia. Además, se reportó que parte del acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos incluyó una declaración de culpabilidad por parte de Assange.
El aparente final "positivo" en el caso de Assange establece un precedente para los defensores de la libertad de expresión en el manejo de casos de filtración de información clasificada, aunque la controversia respecto a su liberación aún sigue viva y latente en múltiples círculos nacionales e internacionales.